Me encanta viajar y, como decía aquella canción, el mundo entero se me ha quedado pequeño. Bueno, literalmente no, porque apenas conozco una ínfima parte del planeta pero me encantaría descubrir cada pequeño rincón que tiene para ofrecernos. Eso sí, confieso que antes de embarcarme en altos vuelos (que también) me gustaría conquistar Europa entera. Y reconozco que la gran olvidada es casi siempre nuestra península y es que, cuando te dispones a preparar un viaje siempre tiendes a mirar a lo lejos y se nos olvida, a veces, que aún hay tanto que ver aquí cerca...
No, no me voy de viaje. Lamentablemente viajo mucho, muchísimo, infinitamente muchísimo menos de lo que me gustaría. Pero si pudiera planear un viaje ahora mismo por nuestra península Ibérica a descubrir rincones nuevos, me quedaría con:
Granada. Una vez oí o leí que las tres ciudades más bonitas de España eran Donostia, Coruña y Granada. Lo primero es indudable (por goleada), lo segundo bastante dudoso (no es que no sea bonita A Coruña pero -en mi opinión- debería estar por detrás de bellezas como Sevilla, Córdoba o Barcelona) y lo último lo desconozco. Es mi gran asignatura pendiente: Todo lo que oigo de quien la conoce son maravillas. Tengo unas ganas enormes de visitar la ciudad, pasear por sus barrios, disfrutar de su ambiente y sobre todo, alucinar con la Alhambra… ¡Muchas ganas!
Cadaqués. Una ex compañera de trabajo procedente de este rincón de la costa Brava hizo de buena embajadora. Y a juzgar por las fotografías se quedó corta. Teñido de blanco, este pequeño pueblo costero se presenta como una alternativa turística idílica con cultura, relax y playa para disfrutarlo....
Oporto. Me imagino paseando por Oporto con una cámara de fotos. Y es que esta ciudad me da la impresión de ser especialmente fotogénica. Su caso antiguo (patrimonio histórico) invita a perderse callejeando sin parar y las panorámicas de la ciudad desde lo alto de la colina a disfrutar de un bonito anochecer. ¡Y a escasas tres horas del pueblo de los aitas!
Lisboa. Aunque también he oído opiniones negativas, la mayoría de la gente que conozco que ha visitado la capital portuguesa habla maravillas de ella: Cosmopolita y tradicional, llena de vida y de cultura, colorida y luminosa. Una alternativa atractiva, cercana y, por lo que cuentan, económica.
Toledo. Ésta es una de esas ciudades que siempre he querido visitar pero que se queda un poco lejos para una posible escapada en coche. Pero lo cierto es que una opción perfecta para un fin de semana diferente, disfrutando entre tantos siglos de historia que esconde esta ciudad medieval y sus estrechas calles (¡su casco antiguo conserva el trazado que tenía en la Edad Media!).
Y sí, me dejo muchos sitios. Muchos pueblitos buenos que tienen encanto que ofrecer, miradores infinitos para perdernos, ciudades llenas de ambiente y cultura para disfrutar…