31/12/13

2013: Una imagen, una canción, un libro

Igual que hiciera doce meses atrás, recopilo este último año a mi modo. Porque si 2013 fuera una imagen, sería ésta que refleja a la perfección lo que ha sido mi año.


Y si fuera una canción, sin lugar a dudas cantaría al ritmo de Rise Against aquello de: "... it's not too late, we have the rest of our lives!"



Y si fuera un libro -en un año en el que he leído menos que nunca- sería El fin del Mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami.

¡FELIZ 2014!

17/12/13

Construyendo tu sueño

La semana pasada me mandaron un vídeo que he querido compartir en este blog porque refleja lo que quiero de 2014 y lo que espero del resto de mi vida. Me hizo especial ilusión porque quien me lo envió me dijo que me veía en algunas partes del discurso de Mario Alonso Puig. Siempre he tenido muy claro qué es lo que he querido en cada etapa y en cada aspecto de mi vida y me he lanzado con decisión a por ello. Supongo que es consecuencia de pasar mucho tiempo -como nos indica Mario- conmigo misma, comiéndome, escuchándome...

En más de una ocasión he comentado que en nuestro modelo educativo falta enseñanza para la vida práctica. Enseñar a las generaciones futuras a entenderse, a descubrir sus talentos, a conocer sus pasiones, etc. Como dice el ponente... ¿Qué valor se da a la pasión en el sistema escolar, en el sistema universitario, en la vida? Algo que es esencial, muchas veces lo ignoramos. 

Merece la pena invertir estos casi 20 minutos en ver este vídeo sobre pasión, fe, intelecto, miedo... y que nuestra vida de verdad arranca fuera de nuestra zona de confort.  



10/12/13

Comienzan las despedidas

Nunca me han gustado las despedidas, aunque la de este año que comienza a irse es -a la par que nostálgica- alegre. No creo que me cueste decirle adiós al 2013, pero siempre lo recordaré como el año que me retó. Serán doce meses con sabor agridulce que esperarán en el cajón a que algún hecho futuro los convierta en esenciales. 

A poco más de medio año de que el 3 amenace mi equilibrio, mi juventud, mi cordura y mi eterno síndrome de Peter Pan, éste que se nos escapa de las manos será el último en que mi década de veinteañera llene cada día de su calendario. Es la despedida nostálgica, la que no quiere que el reloj siga su curso, la que nunca espera un nuevo año. La despedida nostálgica de quien no quiere crecer cronológicamente. 

Pero si por algo se caracteriza este 2013 es por todo lo que me ha enseñado a valorar, a recordar, a recuperar y especialmente a creer. Es la despedida alegre, la que se sabe dentro de una rueda que ya no puede parar, la que vive atrapada en la definición avanzar. La despedida alegre de quien no puede esperar a continuar creciendo interiormente.

2013 siempre será el año en el que aprendí a mirar la vida desde otra perspectiva. 






3/12/13

Por capítulos

Me da una pereza enorme sentarme a ver dos horas de alguna interminable película. Pero, en cambio, soy capaz de invertir toda la tarde de un domingo en verme un episodio tras otro de alguna serie, incluso aunque la haya visto hasta la saciedad. Me llamo Iria, soy serieadicta -leerse con voz de terapia- y no hago ningún tipo de filtro. Cualquier serie me engancha. Como, por ejemplo -leerse con voz de 1,2,3-

1. Breaking Bad. 
Estamos enganchados al 'negocio' de Walter y Jesse. Las dos primeras temporadas han volado, ahora vamos por la tercera. Creo es una de las mejores series que he visto nunca. Me gusta mucho cómo están trabajados los personajes y la evolución de los protagonistas. Cierto es que en ocasiones se me hace un poco lenta. Lo mejor de haber esperado a que estuviera finalizada para verla es poder saltarme los parones entre temporadas. ¡A este paso, habremos visto la serie completa en un par de meses! 

2. Homeland. 
En sus dos primeras temporadas el nivel de esta serie me pareció superior a la mayoría de las que he ver. Sin embargo, y como a la mayoría, me está aburriendo en este inicio de la tercera. No veo avances, sólo capítulos de relleno. No obstante, tengo fe en que mejore porque la serie lo merece. Con un argumento muy atractivo y unos protagonistas muy buenos, la palma se la lleva Claire Danes con un personaje lleno de contrastes y matices. 

3. Revenge
Un culebrón donde los haya, para qué negarlo. Venganza, mentiras, embarazos, hijos que aparecen debajo de las piedras, pobres y ricos... La historia me enganchó muchísimo en una primera temporada de bastante nivel. La serie debió acabar ahí, cuantos más capítulos emiten, más culebrón se convierte. Pero enganchar, engancha. 

4. Modern Family.
Para mí, sin lugar a duda, la sitcom por excelencia del momento. No hay ningún capítulo en el que no consigan hacerme reír. Claire, Gloria, Many... y Phill. ¡Y Cameron! Es, además, una de esas series que me llevo a mi disco duro para no cansarme nunca de volver a verla. 

5. Cómo conocí a vuestra madre. 
Hace ya muchas temporadas que la serie no es lo que prometía en sus inicios (el capítulo de la piña en la primera temporada es épico). La veo ya por inercia, por llegar al final. Pero aquí la evolución de los personajes ha sido pésima y el humor ha acabado por desaparecer. Confieso que en la penúltima temporada llegué a pasar por encima los capítulos pero la palma se la ha llevado el capítulo de la semana pasada. ¡Tardé dos minutos en verlo! 

6. The Big Band Theory. 
Aunque esta serie perdiera nivel -cosa que me temo que está empezando a hacer-, Sheldon Cooper  siempre nos reconciliará con ella. Eternamente agradecida a los creadores de esta serie por regalarnos un personaje como él -del que todos tenemos algo, en mayor o menor medida-. Aquí tenemos otra de esas series de cabecera que consiguen hacerme reír pasen los años que pasen. Larga vida a Sheldon

7. Community. 
Épica. Si no te gusta el humor absurdo no te gustará. Pero si no, la adorarás. La serie que más carcajadas me ha provocado. En mi entorno casi nadie me comprende, pero para mí está en el top5 de series. 

8. Bones. 
Llevo viendo Bones muchos años. Es una serie comodín, cuando no hay nada más para ver en mi calendario, recurro a ella. Hace tiempo que la trama perdió interés, así que puedo verla y no prestarle atención. Los capítulos, que ya son bastante repetitivos, suelen cumplir, así que tampoco la tiro a la basura. 

9. Little Liars. 
Sí, me enganché cual colegiala a Gossip Girl (y su vestuario) y ahora estoy enganchadísima, cual adolescente a Pequeñas Mentirosas. ¿Qué pasa?

Termino este pequeño listado de algunas de las series que sigo con mis dos series de cabecera: Friends y Gilmore Girls. Dos series que puedo (y suelo) ver de inicio a fin de vez en cuando. Dos series que me engancharon, me divirtieron, me hicieron reír y siguen regalándome todo ello cada vez que las vuelvo a ver. Friends siempre será la mejor serie que haya existido jamás. 

Cuando acabe Breaking Bad tengo intención de arrancar con The Newsroom. Aunque tengo una gran lista de pendientes. The Office, The Wire, A dos metros bajo tierra, ... ¿más ideas?
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