31/12/13

2013: Una imagen, una canción, un libro

Igual que hiciera doce meses atrás, recopilo este último año a mi modo. Porque si 2013 fuera una imagen, sería ésta que refleja a la perfección lo que ha sido mi año.


Y si fuera una canción, sin lugar a dudas cantaría al ritmo de Rise Against aquello de: "... it's not too late, we have the rest of our lives!"



Y si fuera un libro -en un año en el que he leído menos que nunca- sería El fin del Mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami.

¡FELIZ 2014!

17/12/13

Construyendo tu sueño

La semana pasada me mandaron un vídeo que he querido compartir en este blog porque refleja lo que quiero de 2014 y lo que espero del resto de mi vida. Me hizo especial ilusión porque quien me lo envió me dijo que me veía en algunas partes del discurso de Mario Alonso Puig. Siempre he tenido muy claro qué es lo que he querido en cada etapa y en cada aspecto de mi vida y me he lanzado con decisión a por ello. Supongo que es consecuencia de pasar mucho tiempo -como nos indica Mario- conmigo misma, comiéndome, escuchándome...

En más de una ocasión he comentado que en nuestro modelo educativo falta enseñanza para la vida práctica. Enseñar a las generaciones futuras a entenderse, a descubrir sus talentos, a conocer sus pasiones, etc. Como dice el ponente... ¿Qué valor se da a la pasión en el sistema escolar, en el sistema universitario, en la vida? Algo que es esencial, muchas veces lo ignoramos. 

Merece la pena invertir estos casi 20 minutos en ver este vídeo sobre pasión, fe, intelecto, miedo... y que nuestra vida de verdad arranca fuera de nuestra zona de confort.  



10/12/13

Comienzan las despedidas

Nunca me han gustado las despedidas, aunque la de este año que comienza a irse es -a la par que nostálgica- alegre. No creo que me cueste decirle adiós al 2013, pero siempre lo recordaré como el año que me retó. Serán doce meses con sabor agridulce que esperarán en el cajón a que algún hecho futuro los convierta en esenciales. 

A poco más de medio año de que el 3 amenace mi equilibrio, mi juventud, mi cordura y mi eterno síndrome de Peter Pan, éste que se nos escapa de las manos será el último en que mi década de veinteañera llene cada día de su calendario. Es la despedida nostálgica, la que no quiere que el reloj siga su curso, la que nunca espera un nuevo año. La despedida nostálgica de quien no quiere crecer cronológicamente. 

Pero si por algo se caracteriza este 2013 es por todo lo que me ha enseñado a valorar, a recordar, a recuperar y especialmente a creer. Es la despedida alegre, la que se sabe dentro de una rueda que ya no puede parar, la que vive atrapada en la definición avanzar. La despedida alegre de quien no puede esperar a continuar creciendo interiormente.

2013 siempre será el año en el que aprendí a mirar la vida desde otra perspectiva. 






3/12/13

Por capítulos

Me da una pereza enorme sentarme a ver dos horas de alguna interminable película. Pero, en cambio, soy capaz de invertir toda la tarde de un domingo en verme un episodio tras otro de alguna serie, incluso aunque la haya visto hasta la saciedad. Me llamo Iria, soy serieadicta -leerse con voz de terapia- y no hago ningún tipo de filtro. Cualquier serie me engancha. Como, por ejemplo -leerse con voz de 1,2,3-

1. Breaking Bad. 
Estamos enganchados al 'negocio' de Walter y Jesse. Las dos primeras temporadas han volado, ahora vamos por la tercera. Creo es una de las mejores series que he visto nunca. Me gusta mucho cómo están trabajados los personajes y la evolución de los protagonistas. Cierto es que en ocasiones se me hace un poco lenta. Lo mejor de haber esperado a que estuviera finalizada para verla es poder saltarme los parones entre temporadas. ¡A este paso, habremos visto la serie completa en un par de meses! 

2. Homeland. 
En sus dos primeras temporadas el nivel de esta serie me pareció superior a la mayoría de las que he ver. Sin embargo, y como a la mayoría, me está aburriendo en este inicio de la tercera. No veo avances, sólo capítulos de relleno. No obstante, tengo fe en que mejore porque la serie lo merece. Con un argumento muy atractivo y unos protagonistas muy buenos, la palma se la lleva Claire Danes con un personaje lleno de contrastes y matices. 

3. Revenge
Un culebrón donde los haya, para qué negarlo. Venganza, mentiras, embarazos, hijos que aparecen debajo de las piedras, pobres y ricos... La historia me enganchó muchísimo en una primera temporada de bastante nivel. La serie debió acabar ahí, cuantos más capítulos emiten, más culebrón se convierte. Pero enganchar, engancha. 

4. Modern Family.
Para mí, sin lugar a duda, la sitcom por excelencia del momento. No hay ningún capítulo en el que no consigan hacerme reír. Claire, Gloria, Many... y Phill. ¡Y Cameron! Es, además, una de esas series que me llevo a mi disco duro para no cansarme nunca de volver a verla. 

5. Cómo conocí a vuestra madre. 
Hace ya muchas temporadas que la serie no es lo que prometía en sus inicios (el capítulo de la piña en la primera temporada es épico). La veo ya por inercia, por llegar al final. Pero aquí la evolución de los personajes ha sido pésima y el humor ha acabado por desaparecer. Confieso que en la penúltima temporada llegué a pasar por encima los capítulos pero la palma se la ha llevado el capítulo de la semana pasada. ¡Tardé dos minutos en verlo! 

6. The Big Band Theory. 
Aunque esta serie perdiera nivel -cosa que me temo que está empezando a hacer-, Sheldon Cooper  siempre nos reconciliará con ella. Eternamente agradecida a los creadores de esta serie por regalarnos un personaje como él -del que todos tenemos algo, en mayor o menor medida-. Aquí tenemos otra de esas series de cabecera que consiguen hacerme reír pasen los años que pasen. Larga vida a Sheldon

7. Community. 
Épica. Si no te gusta el humor absurdo no te gustará. Pero si no, la adorarás. La serie que más carcajadas me ha provocado. En mi entorno casi nadie me comprende, pero para mí está en el top5 de series. 

8. Bones. 
Llevo viendo Bones muchos años. Es una serie comodín, cuando no hay nada más para ver en mi calendario, recurro a ella. Hace tiempo que la trama perdió interés, así que puedo verla y no prestarle atención. Los capítulos, que ya son bastante repetitivos, suelen cumplir, así que tampoco la tiro a la basura. 

9. Little Liars. 
Sí, me enganché cual colegiala a Gossip Girl (y su vestuario) y ahora estoy enganchadísima, cual adolescente a Pequeñas Mentirosas. ¿Qué pasa?

Termino este pequeño listado de algunas de las series que sigo con mis dos series de cabecera: Friends y Gilmore Girls. Dos series que puedo (y suelo) ver de inicio a fin de vez en cuando. Dos series que me engancharon, me divirtieron, me hicieron reír y siguen regalándome todo ello cada vez que las vuelvo a ver. Friends siempre será la mejor serie que haya existido jamás. 

Cuando acabe Breaking Bad tengo intención de arrancar con The Newsroom. Aunque tengo una gran lista de pendientes. The Office, The Wire, A dos metros bajo tierra, ... ¿más ideas?

26/11/13

Lo bueno

A principio de año pasé una mala racha. Las horas se hacían eternas y los domingos a la tarde la semana se me antojaba muy cuesta arriba. Un sitio donde me divertía, me reía y disfrutaba se convirtió en un lugar al que la mera idea de ir me agobiaba. Cuando salí, no podía más que recordar lo malo, pero tenía la certeza de lo que bueno acabaría ganando la partida. Como decía una canción, lo bueno queda y lo demás se irá. 

Ha pasado más de medio año y, a pesar de que siguen llegándome noticias que me recuerdan todo lo malo vivido (porque el tiempo siempre pone a cada uno en su lugar; las mentiras tienen las patas muy cortas y el que hace el mal una vez lo hace muchas veces más), yo ya sólo puedo recordar esa larga etapa con una gran sonrisa. Quizás sea la proximidad en el tiempo pero tengo la sensación de que es, además, una de las sonrisas más grandes que soy capaz de dibujar. El mérito es de la gente, sin duda. Las risas -que fueron muchísimas-, la complicidad, el talento y todo lo aprendido.

Lo bueno es que todo eso puede seguir en el tiempo. Facebook, Whatsapp y todo lo demás nos lo ponen más fácil pero en el fondo hay algo que no ha cambiado con las nuevas tecnologías: Los amigos no lo siguen siendo si no te esfuerzas. Más allá de un 'me gusta' en una foto o un mensaje de felicitación de cumpleaños está el interés por querer que esa gente se quede en tu vida. Nunca puedes quedarte a todos pero sí a los más importantes.

Y así, aquellas cuatro paredes no secuestraron la diversión. Las risas siguen al aire libre. Esperemos que por siempre. Lo bueno siempre acaba quedándose.

19/11/13

Momentos de película

Por culpa del cine soñamos con el príncipe azul, creemos en la justicia divina, añoramos el trabajo ideal, buscamos un verano de ensueño y esperamos una vida irreal en la que el trabajo, el esfuerzo, la valentía, la honestidad y la sinceridad son recompensadas. El celuloide tiene la culpa de muchas de nuestras decepciones. Tú te ves en tus 20 metros cuadrados, contando los céntimos para llegar a fin de mes, asqueado por ese compañero trepa del trabajo y lo más romántico que aspiras es lavar los platos juntos y, claro, sientes que estás desperdiciando tu vida. Y te imaginas cómo sería vivir la vida de la protagonista de la película que viste el día anterior. Aunque el cine, ya lo dije, no sea mi fuerte, confieso que me gustaría meterme en la piel de esas escenas recurrentes que no tienen cabida en mi vida real. Como por ejemplo...

¡Y yo con estos pelos!
Imagínate que has quedado y te vienen a buscar en un descapotable. El plan no puede ser mejor: un paseo en un coche espectacular, el sol alumbrando en un cielo asquerosamente azul y una carretera interminable. Y tú, para meterte en el papel, te recoges el pelo muy estilosamente con un precioso pañuelo. O te colocas un sombrero de paja; yo qué sé. Todo muy cool, sí. Pero entonces aparcáis en un restaurante, en un hotel, o donde Cristo perdió la sandalia; para continuar con el plan ideal. Y tú, ¡con esos pelos! ¡IMAGÍNATELO! Que levante la mano la que en la vida real pediría que cerraran la capota por aquello de los pelos... 
Thelma y Louise
Thelma y Louise. 
La lluvia es romántica
Qué típica escena peliculera esa en la que el chico o chica de turno espera a su enamorado debajo de su casa, le grita para que se asome y mientras diluvia ella o él sale corriendo a la calle para darle un beso eterno mientras les cae un aguacero que ríete tú del que le cayó a Noé. Lo más lógico es que le dijera: "¡Pero qué haces ahí, alma de cántaro! Sube ya mismo que te estás calando". Y antes de dejarle entrar le daría una toalla, le haría descalzarse y le haría pasar directo al baño a secarse. Que el amor tiene que ser romántico pero también práctico, oye. Aunque por una vez no estaría mal dejarse perder así en el Mundo aunque te estés calado hasta la ropa interior... (Si va a resultar que al final soy una romántica)
Desayuno con diamantes
Desayuno con diamantes.
¡A comer!
Esto sí que me supera. Que sí, que los actores tienen el vaso vacío, o lleno de agua o cualquier otra bebida sin gas y cafeína en vez de café o cocacola. Que el bollo sólo lo mordisquean un poquito y para la siguiente toma mordisquean otro trocito de un bollo nuevo. Pero a mí ¡me dan tanta hambre! Quiero comer sin medida como en las películas y en las series. Comida china, hamburguesas, pizzas, etc. Por un día quiero que me sirvan un desayuno de Hollywood, con esas mesas tan repletas de manjares, tomar tanta cafeína en take away sin preocupación y alimentarme el resto del día con comida basuras. ¡Eso sí, con sus cuerpazos!
Come, reza, ama
Come, reza, ama.

Seguro que hay muchas más escenas cinematograficas recurrentes que nos gustaría recrear. Yo tengo claro que si algo malo me va a pasar, quiero que el karma me avise con música de tensión. Así puedo prepararme, ¿verdad? ¿Qué momento querríais protagonizar vosotros?

7/11/13

Con sabor a fútbol

Después de París le llegó el turno a Manchester. El motivo de la visita a la ciudad inglesa era puramente  'futbolero'

Manchester me pareció una ciudad estéticamente hostil. Sobrecargada de ladrillos y con zonas abandonadas en pleno centro. Liverpool nos ofreció una mejor cara: la zona de Albert Dock es muy bonita para pasear y el turismo 'Beatles' le añade atractivo, aunque confieso que el resto de la ciudad nos transmitió aún más sensación de abandono que Manchester.

Dos ciudades industriales que basan gran parte de su atractivo en el fútbol. A ello fuimos y encantadas volvimos. En Manchester por poder disfrutar y ver a nuestro equipo un escenario como Old Trafford, a pesar del resultado. En Liverpool realizamos la visita guiada a Anfield y, qué decir... ¡la piel de gallina incluso con el estadio vacío! Un lugar donde me reenamoré del fútbol en las gradas.

Os dejo algunas fotos, la mayoría hechas con el móvil...

Oyster Bar, Manchester
Pintas en el Oyster Bar, en Manchester. 
Old Trafford, Manchester
En el interior de Old Trafford.
Estadio de Anfield.
This is Anfield. Visita guiada por el estadio del Liverpool. 
Estadio de Anfield.
A pie de campo en Anfield. Visita guiada por el estadio del Liverpool.
St Luke's Church, Liverpool
Ruinas de St.Luke. Un lugar interesante... Liverpool.
Liverpool
Puerto de Liverpool.



4/11/13

Oh là là!

Este pasado mes de octubre volví a París, la ciudad más bonita de las pocas que conozco. No digo que sea mi favorita -ni que no lo sea-, si no simplemente que estéticamente es la más bella que he visitado. Es innegable que la capital francesa (que me recuerda muchísimo a Donosti, por cierto) es increíblemente fotogénica.

He subido a mi galería de Flickr algunas de las fotos que hice (¡más de 1.000 en cuatro días!), pero os dejo aquí algunas de mis favoritas. ¡Espero que os gusten!

Candados en los Puentes de Paris
Los puentes de París están llenos de candados. 

Velas en NotreDame
Velas en NotreDame. 

Museo de Louvre.
Museo de Louvre. 

Panteón, París.
El Panteón. 

Torre Eiffel, París.
No hay nada más majestuoso en París que la Torre Eiffel. 

Torre Eiffel, París.
La Torre Eiffel, hacia el cielo. 

Torre Eiffel, París.
Llega el momento de iluminar la Torre.  

Museo Pompidou
Clave de Sol en el Museo Pompidou.

Anochecer en París.
Según avanza el día, París luce más bonito. Au revoir!

15/10/13

Lo que quiera

Mi madre se tomó mi educación muy en serio. Todos los años se reunía con mis profesores para interesarse por cómo íbamos en clase (sí, incluso cuando lo más difícil era hacer un dibujo). A mí no me hacía ni pizca de gracia aquella costumbre, puesto que siempre iba seguida de alguna bronca en casa. Aún no sé porqué se empeñaba mi madre en ir a que año tras año le contaran lo mismo: Que muy aplicada y muy lista su hija pero también muy chapucera y muy charlatana. Incluso cuando me aislaban en clase (literal: a la derecha el perchero, atrás la pared y a la izquierda y delante de mí mesas vacías) conseguía hablar con alguien. ¡Pero si eso mi madre ya lo sabía que me aguantaba en casa!

A mi madre siempre le dijeron que yo, además de charlatana, estudiosa y vaga -especial énfasis en esto último-, era bastante determinada; "que podría hacer lo que yo quisiera", decían. No sé si referían a mi carácter mandón, a mi mal genio o a mi futuro, pero ¿sabéis qué? Me lo creí. Y así, mi paso por el colegio, el instituto, el conservatorio y la universidad fue acompañada de un halo de autosuficiencia; la que te da saber que vas a bordar ese examen tan difícil, que vas a aprobar sin problemas ese trabajo o que ni siquiera necesitas ponerte nerviosa. ¿Suerte? A mí no se me deseaba tal cosa, eso era para el que no va preparado. Yo iba a por nota. (Repelente, lo sé).

Afortunadamente al saltar al panorama laboral y dejar atrás el patio del colegio te das cuenta de que hay factores como la suerte que serán vitales en tu día a día. Que además de creerlo y trabajarlo, tendrás que estar en el momento y sitio adecuado para poder tener éxito. Porque como en el deporte, para ser campeón además de ser el mejor, tienes que tener la fortuna de tu lado. Pero, no obstante, nunca he dejado de recordar aquello que me auguraron algunas de mis profesoras. Sigo creyendo que puedo conseguir lo que quiera porque la vida me lo ha demostrado así. Cuando he querido algo no he dudado: he ido directamente a por ello hasta lograrlo. Ahora más que nunca creo en mí y en mis capacidades. Trabajar, trabajaré duro. Ya sólo me falta ese trocito de suerte que nunca pedí. ¿Será por eso que ahora sí soy capaz de ponerme nerviosa?

10/10/13

Un trocito de Atotxa

Como sabéis, una de mis grandes pasiones es la Real. Es una afición que surgió por generación espontánea y que ha ido creciendo a base de regarla con derrotas y éxitos, como local y como visitante, en el sofá y en el campo, y siempre con la mejor de las compañías. 

El pasado mes de julio recibí por mi cumpleaños un regalo especial. Un libro escrito por un periodista que no dedica su pluma al fútbol pero que sí comparte esta pasión. "Mi abuela y diez más", de Ander Izagirre

Esta joya de poco más de 100 hojas es un relato largo que recomiendo encarecidamente a todos aquellos que profesan un gran odio al fútbol moderno y que añoran aquellos años en los que los campos eran barrizales, los futbolistas podían ser calvos, las aficiones aún ganaban partidos y David podía ganar a Goliat.

Para mí ha sido un tesoro que me ha regalado momentos que no viví, anécdotas que no conocía pero que indudablemente llevan el sello de Atotxa y recuerdos con los que me reencuentro. Ander refleja lo irracional de este sentimiento, lo frívolo de esta pasión, escondida tras una falsa cordura. Nos explica lo intenso que puede llegar a sentirse un gol, incluso si lo descubres con 24 horas de retraso. Lo cercano que te puedes sentir a un lugar, aunque estés a miles de kilómetros. Lo absurdo que te puedes llegar a sentir cuando entiendes que eso que tanto quieres ni si quiera afecta a tu vida personal. Y lo profundo que puede llegar a ser ese sentimiento por algo que es más que un equipo: que arrastra consigo una filosofía, una historia, una identidad, unos fracasos y unos éxitos que son tuyos.  

Con sus palabras Ander me regala un trocito del Atotxa que nunca pisé...

P.D. No he podido evitar copiar este fragmento, este recuerdo imborrable de lo bajo que puedes llegar a caer. Conviene no olvidar que del infierno al cielo hay un sólo camino pero con dos direcciones...
"La desolación polar vino al año siguiente, el 4 de octubre de 2008. La Real jugaba en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, donde antaño peleó por ganar Ligas, pero esta vez estaba en Segunda y no se enfrentó al Sevilla sino a su segunda equipo, el Sevilla Atlético. Hay pocas cosas más humillantes que jugar contra un filial. Y encima lo dieron por la tele. El estadio estaba vació, los gritos de los entrenadores se escuchaban con nitidez y los pelotazos resonaban con eco. Daban ganas de llorar. Debió de ser uno de los diez peores partidos de la historia del fútbol y yo me lo tragué entero. (...) El Sevilla Atlético, colista muy hundido de la Segunda División, encajó 89 goles aquella temporada. La Real ni siquiera le disparó a puerta. (...) Pasé setenta minutos viendo en la pantalla un marcador que decía Sevilla Atlético 1; Real Sociedad, 0. Y así se quedó para siempre". 
Yo estuve allí. 


12/8/13

Recuerdos

Como coleccionista de recuerdos atesoro dos maravillas en mi particular baúl. Son dos momentos fugaces, tanto, que tan sólo logro recuperarlos como imágenes estáticas, sin una historia detrás, pero cargados de sentimiento. Espero poder llevarlos conmigo siempre, como dos pedazo de regalos que considero que son.

Lo cierto es que uno de ellos es tan precoz que a veces incluso llego a dudar de que sea real y no un mero sueño que ha logrado engañar a mi memoria por tantos años. No sé cuántos años tendría yo, pero para que os hagáis una idea iba en sillita. Así que echarle que entre ¿1 y 3 años? Fuera o no real (aunque yo juraría que sí), es el primer recuerdo de mi vida y me encanta revivirlo: Sólo sé que llovía, doblábamos la esquina de una de las calles del barrio donde vivían mis tíos y mi madre (o una figura que presupongo que era ella) paró para taparme con la burbuja. Es decir, mi recuerdo es el de un mundo velado por una burbuja de plástico que se fue llenando de más y más gotas de lluvia. Y por algún motivo, recuerdo el lugar, cosa que puede parecer improbable. Pero a ver quién me dice a mí que eso no pasó y que mi memoria decidió guardarlo para que fuera mi primer recuerdo. ¿Quién, eh?

El segundo recuerdo va cargado de amor, de cariño y de sentimiento. El protagonista es mi abuelo paterno, fallecido hace muchos años tras otros tantos enfermo. Tantos, que apenas consigo recordarlo sano y muy pocas veces fuera de casa. Pero consigo revivir un instante en una calle de Pontevedra (donde vivían) donde mi abuelo -elegantemente vestido porque le gustaba ir siempre de punta en blanco- me agarra la mano con fuerza. Era un gesto de complicidad habitual en él, mientras yo me quejaba y él exhibía esa sonrisa mitad bonachón y mitad picarón que tenía. No sé si esa vez me quejé, porque a mi mente sólo viene el instante justo, pero os aseguro que cuando pienso en mi abuelo, me acuerdo de aquel preciso momento. Y sonrío.

La vida está llena de momentos que me gusta guardar y que probablemente recordaré años después con una impresión distorsionada, cargados de subjetividad. Me gusta esconderme en mis recuerdos y estos dos son la joya de mi corona. Uno por lo precoz y el otro por lo emotivo. Ojalá me acompañen toda mi vida y nunca pierda la virtud de recordar.

30/7/13

Con la que está cayendo

Tenemos un grave problema de autoestima en nuestra generación. No sé dónde está la raíz; puede que en el exceso de materialismo de nuestra sociedad, o puede que seamos la consecuencia de unos padres que pasaron por muchos apuros y trataron de hacernos la vida más cómoda. Quizás sea una falta de conocimientos de historia reciente o la ausencia de empatía con aquellos que tanto lucharon por hacerse respetar. A lo mejor es tan sólo que nos hemos doblegado ante un Mundo lleno de lujos, comodidades y frivolidades. ¡Qué sé yo! La realidad es que siento que nos falta querernos. Preferimos esa falsa vida fácil que hemos aprendido a llevar y el miedo perderla nos impide hacernos valer.

Lo más bonito que me han llamado estos últimos meses ha sido 'revolucionaria'. Os confieso que quien así me llamaba (junto a cabecilla, manzana podrida y otros elogios del estilo) lo hacía como insulto. Mi voz le molestaba. Mis reclamaciones -sólo las justas y necesarias- incomodaban. E incluso me colgaron el cartel de 'líder' de algo que quisieron vestir como revuelta y que no era más que querer sentirnos respetados.

"Con la que está cayendo". Nos os podéis imaginar la de veces que he oído a lo largo de este 2013 esa expresión. La excusa perfecta para dejarnos pisar. La excusa perfecta para dejar que mutilen aquellos derechos laborales que tanto costó conquistar. La excusa perfecta para cerrar nuestras bocas mientras los de arriba llenan sus bolsillos. Y con los de arriba no me refiero a Bárcenas y compañía, que también. Todos hemos visto de cerca cómo la crisis se ha convertido en una estafa, en el aliado perfecto de los empresarios que han querido engordar las vacas flacas.

Hace poco un amigo me decía que si todo el Mundo hubiera obrado igual, exigiendo tan sólo respeto hacia el trabajo que desempeñamos -nada más y nada menos-, no estaríamos tan mal. El respeto es algo que empieza por uno mismo, aprendí. Y ahora, en vez de respeto nos han dado miedo. Miedo a que nos quiten esa vida que heredamos. Miedo a descubrir, como decía aquel vídeo de Aleix Saló, que detrás de tanto consumo sólo somos clase baja con un sueldo de mierda. Un sueldo y una falsa sensación de comodidad por el que vendimos nuestro amor propio. Y ahora pagamos el peaje: nos bajamos los sueldos, renunciamos a nuestras pagas extras y nos apretamos aún más nuestros cinturones para que ellos puedan seguir jugando con nuestro miedo desde su Mundo lleno de lujos. Y todo porque se nos ha olvidado de dónde venimos...

22/7/13

Veinteañera

Esta semana es mi cumpleaños. Cumplo los veintitodos, es decir, enfilo la recta final de esta maravillosa década. A partir del jueves entro en una cuenta atrás: 365 días para dejar de ser joven. Tic, tac, tic, tac. 12 meses para tachar retos y objetivos de la lista “qué hacer antes de los 30”. O antes de ser vieja.

No se me da bien crecer. Tampoco iba a ser buena en todo, ¿no? Me gusta el día de mi cumpleaños, pero no me gusta el hecho de cumplirlos. Desde los 25 siento vivir intentando arañar momentos, tratando de añadirle días al calendario en vez de arrancárselos, para poder quedarme para siempre en esta fase de mi vida. Pero la jodida vida ha pisado el acelerador y quema los días, meses y años. Es como si el Mundo quisiera arrebatarme lo que soy mientras me aferro a los recuerdos de lo que fui.

 Y vuelvo a ser víctima de mi constante contradicción. Mi optimismo me hace estar convencida de que lo que va a venir es mejor que lo vivido. Pero mi incorregible nostalgia me hace querer aferrarme a lo pasado. Acabo en una encrucijada en el camino; miro a mi alrededor y veo que la vida ha avanzado más rápido de lo que me ha dado tiempo a asimilar y siento, con angustia, con no hay vuelta atrás. Que hay experiencias, anécdotas, meteduras de pata, locuras y sentimientos que ya no volveré a vivir.

 Es como si me obligaran a vivir una vida que no es la mía, como si me impusieran riesgos y responsabilidades que no me corresponden... aún. Puede que sea cuestión de madurez o quizás tan sólo de actitud. Y puede que un día me levante de la cama con ganas de asumir que ya no soy aquella chavala. Pero ahora, por el momento, sufro la fase de negación.

 Por lo menos aún nadie ha osado a llamarme señora. De hecho, no hace mucho que una mujer me insultó llamándome veinteañera. Le di las gracias.


19/6/13

Pongamos que hablo de...

Madrid es una ciudad que, aunque nunca ha conseguido enamorarme, tiene un carisma que atrapa. Me gusta volver a ella, empaparme de sus edificios, sus cielos y su hiperactividad. A poder ser, eso sí, fuera de los meses de calor seco y asfixiante.

Y si algo hay que reconocerle a Madrid es que es, sobre todo, fotogénica.
Parque del Retiro, Madrid
Palacio de Cristal, parque del Retiro.

Parque del Retiro, Madrid
Estanque y Monumento a Alfonso XII, parque del Retiro.
Puerta de Alcalá, Madrid
Ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo.... la puerta de Alcalá. 
Sol, Madrid
Sol.

Templo de Debob, Madrid

Templo de Debob, Madrid

Templo de Debob, Madrid
Tempo de Debod. Mi rincón favorito de Madrid...



8/5/13

Para siempre

Cuando nacemos nos estampan una firma que nos acompañará de por vida. Legalmente se reconoce en los apellidos; físicamente en los ojos, la nariz o quizás en la forma de sonreír; socialmente, en nuestra educación, nuestro modo de comportarnos y en determinados rasgos de nuestro carácter. Somos conscientes de esa firma en el instante en el que aprendemos a recordar y descubrimos entonces que algunos 'para siempre' son eternos. Hablo de la familia. De esas personas que te permiten ser quién eres, que te enorgullecen de tu cuna y que te dejan equivocarte porque nunca habrá un amor más incondicional que el suyo. De esa madre a la que siempre le parece demasiado arriesgado cualquier plan que quieras hacer y de ese padre al que tu futuro le preocupa más que el suyo propio.

Más tarde, a esa firma le añadimos un tatuaje imborrable. El de esas personas que te enseñan a sentirte orgulloso de ti mismo por haberlos conquistado, esas que nunca preguntan porqué, tan sólo te agarran de la mano para continuar a tu lado. Esas que descubren el mundo contigo. Compañeros y, sin embargo, amigos. Esos que no son capaces de juzgar y tan sólo aceptan quién eres y lo que eres capaz de aportar. Esos que están en tus recuerdos más comprometidos, vergonzosos, ridículos, graciosos, imprevisibles e insuperables.

Brindo por todos ellos. Por los que nos protegen y por los que nos acompañan.
Porque a veces "para siempre" se queda corto.







6/5/13

Y los ganadores son...

He recibido un premio. No, no es ningún Oscar ni nada que se le asemeje, pero creo que me ha hecho hasta más ilusión que a los actores de turno. Y es que no veas cómo te alegra el día recibir un mail indicándote que alguien ha dejado un comentario en tu blog (¡es que eso ya de por sí me hace más ilusión que a Penélope Cruz gritar Pedro como una poseída!) en el que te dicen que te han "premiado". No os asustéis. No se me va a subir a la cabeza, lo prometo. Y no he planeado ningún discurso tipo Almodóvar. Venga, que os lo explico antes de que empecéis a pensar que me estoy quedando loca...

Leticia, del blog SOS Desempleados, ha considerado que mi blog es digno merecedor de un 'Best Blog Awards'; un reconocimiento que tiene como objetivo apoyar y dar a conocer esos otros blogs que -así lo veo yo- consideras abc de tu día pero te extraña que aun quede gente por descubrirlo. Por ello, me hace inmensamente feliz que una persona a la que no he tenido el placer de 'conocer' considere este pequeño espacio de palabras perdidas como digno de recomendar a sus lectores. ¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!!

Pero ganar un premio conlleva responsabilidades. Aunque no sea un Oscar, un Goya, un Pullitzer o una Bota de Oro. Es más, precisamente porque no lo es, me sirve para darme cuenta de que hay gente más allá de mi círculo cerrado que quiere acceder a este pequeño mundo particular. Por ellos, y por mí, debo empezar a ser más activa en este blog. Sobre todo por mí, pero sin dejar de pensar en ellos, por muy pequeño que sea el plural.

Además, el premio tiene ciertas normas. El ganador, debe hacer lo siguiente:

1. Nombrar en tu blog a quien te concedió el premio y agradecérselo. 
Agradecértelo no te imaginas cuánto. La ilusión que hace que alguien lea lo que escribes, lo aprecia ¡y lo recomienda! es brutal. Y más cuando es una persona que se dedica a lo mismo que yo, a la profesión más bonita del Mundo.
Llegué a tu blog a través de Linkedin, esa red social que desde que estoy en paro tanto frecuento. Evidentemente, me interesan blogs de periodistas y de periodismo, de personas en paro pero no paradas, pero llegué hasta allí por algo que me enoja enormemente: presenciar cada día cómo pisotean una profesión tan bonita, tan vital, tan maltratada. Y llegué para quedarme. Me sentí tan identificada con muchas de tus preocupaciones y de tus rutinas, que tu blog se fue directo al Reader (ahora Feedly).

2. Responder a las 11 preguntas que te formule quien te concede el premio. 

a) ¿Por qué tienes un blog?
Buena pregunta. Escribir siempre ha sido una necesidad en mí, aún sin saber de qué. Empecé en esto de los blogs con uno sobre la Real Sociedad -mi pasión- pero acabé aquí por mi inagotable necesidad de escribir de todo sin brújula, sin horizonte, sin orden. Y realmente puede que esa vocación de cajón desastre es lo que haya provocado mi irregularidad, la falta de un leitmotiv; pero me gusta que Hitzen Mundua no sea más que un apeadero de palabras perdidas, un mundo donde las palabras son las que deciden qué contar por mí.

b) ¿Quién fue la persona que te inspiró a empezar en este mundo?
Mmmmm... creo que nadie, creo que tener un blog fue la evolución 2.0. de las libretas que guardaba por casa llenas de ideas y relatos garabateados, la evolución obvia de quien se pasa el día pegado a un ordenador.

c) ¿Qué te inspira a la hora de escribir?
De todo. Unos días un libro, una frase, una canción (a menudo). Otros, algún post de otro blog. La imaginación. Las injusticias. La necesidad de guardar para siempre determinados pensamientos, etc.

d) ¿Qué es lo más difícil a la hora de poner en marcha el blog?
La constancia. Para alguien tan irregular y tan perezosa como yo... lo más duro es el reto de ser constante. Y, por supuesto, el miedo al papel -el documento- en blanco.

e) ¿Cuál ha sido el mejor momento que has vivido en el blog?
Cada comentario que alguien se ha atrevido a dejarme. Por pocos que sean. ¡Siempre y cuando no sean spam, claro!

f) ¿Qué te gusta más salir a cenar o comer?
Cenar.

g) Última película que te haya impactado y que recomiendas:
No soy muy cinéfila, así que pregunta difícil. Si queréis os digo la última que he visto, aunque no me impactó porque era la segunda vez que la veía: 12 Monos. Por impactar, Brad Pitt nunca pasa inadvertido.... ;)

h) Mejor estación del año:
Invierno. Aunque me encanta la playa, me pierdan los olores y las brisas de la primavera, el color del otoño me enamore... Aunque sea tremendamente contradictoria, soy fiel al invierno, al frío, la nieve, las tardes de manta, la bufandas gorros y abrigo, el frío aire en la cara, el chocolate caliente viendo llover, las duchas en las que no quieres escaparte del agua caliente...  ¡YO SOY DE INVIERNO!

i) Un destino favorito para descansar:
Difícil, porque en las vacaciones nunca descanso. Pero bueno, si tengo que elegir... alguno con playa, temperaturas agradables (es decir, sin pasarse de calor) y ritmo caribeño. ¿Qué tal si os digo las playas de Cuba?

j) Si pudiera ser un animal:
Un gato. Arisco, borde, independiente. Cariñoso, inteligente, selectivo.

k) Alguna confesión prohibida que quieras confesar:
A ti te lo voy a decir....

Pregunta de Leti: ¿Algún truco o consejo para buscar empleo?
No dejar de creer en lo que vales.

3. Decir 11 cosas sobre ti.

¿Sólo once? La primera se la copio a Leticia.

- Soy periodista antes que persona. No lo concibo de otra manera. Nací para serlo.
- Soy txuriurdin desde el pelo más largo de mi pelo hasta la punta de la uña del dedo gordo del pie. Desde que nací hasta que muera. La Real es mi pasión.
- Me gusta dormir. Diría que me apasiona dormir. Todas las horas que pueda y más, y vuelta a empezar. Una delicia, vamos.
- Para comer, y aunque en sí como casi todo porque es como me educaron, tengo un gusto de un niño de ocho años. Fritos, hamburguesas, dulces, etc. Y apenas sé cocinar.
- Soy vaga. Quiero hacer de todo, arranco mil proyectos, me meto en mil historias, me planifico la jornada.... y entonces me siento a ver una serie.
- A pesar de lo anterior, cuantas más cosas tenga que hacer en un día, cuántas más horas tenga ocupadas y más horas esté danzando de arriba para abajo, más yo me siento.
- De entre las mil cosas que me gustaría ser/hacer destacaría historiadora, trotamundos, fotógrafa, escritora, algún-tipo-de-profesión-en-la-que-te-paguen-por-dormir....
- Soy una contradicción andante. No soporto el calor, pero me encantan los días de verano. No me gusta que llueva, pero me encanta mojarme. No quiero hacer nada, y me meto en mil proyectos. No quiero.... así todo el día.
- Soy borde -a mucha honra-, tengo mal genio y no soy la persona más divertida del Mundo. Pero, aunque no lo parezca, soy feliz. Me resulta fácil serlo y me gusta serlo.
- Y en consonancia con la anterior... soy muy optimista y me quiero muchísimo a mí misma. Tengo un ego bastante grande, digamos, y suelo estar segura de mí misma. Quizás en exceso.
- Odio las injusticias, los pisotones, las humillaciones. Elevo la voz en cada discusión, empatizo con el marginado, el discriminado, el apartado. No tolero las muestras de prepotencia, de esclavitud, de racismo, de clasismo. No tolero los movimientos que se empeñan a diferencian a las personas por lugar de nacimiento, fe, raza, dinero o género. Me revelo, a mi manera, en mis cuatro metros cuadrados.

4. Conceder el premio a otros 11 blogs con menos de 200 seguidores (tampoco hace falta seguir esto al pie de la letra). 

Desde mi libertad
Conozco a M desde hace años, no personalmente, pero podría decir que casi. Me gusta por la inteligencia y sensibilidad con la que escribe, por lo apasionada que es con su profesión / vocación (la educación), y estos últimos meses por cómo nos ha enganchado a todos con sus aventuras como au pair. 

Las palabras mágicas
Iréz y yo compartimos un hobby: ambas somos fans de las palabras. Si a ti también te gustan, no dudes en seguir este blog. Imprescindible.

Yo hago los dibujitos
Me encanta este blog porque nos ayuda a comprender de lo mucho que la ilustración, que la infografía y que el diseño puede ayudar a la hora de informar.

Imaginaran
Blog de diseño. Me encantan las creaciones de Aran, tanto que hace un año le encargué un regalo, aunque todavía no le he mandado las fotos de cómo quedo, ¡soy un desastre! Hacerme caso, os gustarán sus dibujos.

Sole Silbando
A Sole la conozco personalmente. Me gusta su blog porque me gusta la gente DIY. Me gusta la gente que intenta quedarse con el lado bueno de las cosas. Y me gusta la gente que comparte sus experiencias, sus ideas, sus planes y también sus miedos.

Noelia Cachafeiro
El blog de esta irundarra está lleno de inspiración e ideas prácticas y de esas de las tres B's (buenas, bonitas y baratas) para la decoración de tu casa. ¡No me pierdo ninguno de sus post!

La buena prensa
Más de 200 seguidores pero no importa. Me parece imprescindible este post para ver las cosas que día a día se hacen bien en el periodismo. Local, deportivo, político, sociedad... Todos los días hay buena prensa, aunque cueste creerlo.

Buscándole lo bueno al 2013
Porque, como dice la cabecera de este blog, para lo malo ya están las noticias que leemos a diario en la prensa, escuchamos en la radio o nos cuentan por la televisión. ¡Necesitamos optimismo en esta vida, dosis de buenas nuevas!

En mi pantalla
Aunque el blog parezca 'abandonado', confío en que Ishtar recupere la actividad pronto. Soy serieadicta y su blog me ha presentado muchas series para mí desconocidas.

Escenas de película
Borja es compañero (de universidad, de ciudad, de profesión) y, sin embargo, amigo. Él es periodista deportivo, pero este blog se lo dedica a una de sus otras pasiones, el cine. No obstante, no es un blog de cine típico. Él utiliza las películas para hablar de hechos cotidianos, recordar anécdotas o reflexionar sobre la vida. Siempre desde su estilo: sin reparos.

Los planes de Sophie
Vale, sí, puede que no entre dentro de eso de "menos de 200 seguidores" ni que sea un blog que necesite un empujón de los que somos más discretos en la blogsfera. Pero éste se ha convertido en mi web de cabecera, el blog que visito a diario. No lo descubrí hace mucho así que quizás alguien esté oyendo hablar de él por primera vez. Se trata de un blog con un diseño cuidado, unos post variados y sobre todo útiles y unas fotos preciosas. Si no has entrado nunca, no sé a qué narices esperas....

5. Formularles 11 preguntas que deberán contestar los premiados (las preguntas son las mismas que me han formulado a mí y una más):

¿Cuáles son tu mayor virtud y tu peor defecto?

6. Seguir al blog que te ha otorgado el premio. 

La tengo fichada en Feedly :)

7. Informar a los blogs a los que les das el premio. 

ok!



4/4/13

Su mirada

A veces te atascas en la vida. Sabes lo que quieres, pero crees no ser capaz de hacerlo. Los obstáculos se convierten en muros insalvables sólo porque no has empezado ni a intentar tirarlos abajo. Y entonces te quedas anclada en un punto en el que no sabes a dónde ir pero sí dónde no volver. Quieres las riendas de tu vida pero te da miedo el precio que puedas tener que pagar, sin recordar que la recompensa es tu libertad y tu felicidad.

Y entonces aparecen esos pequeños detalles que cada día te recuerdan que la vida es infinitamente más intensa, más plena y más fuerte de lo que tú siquiera podrías imaginar.

Esa mirada que mueve tu mundo, esa mirada que te llena de felicidad, de fuerza y de valor. Esa mirada que te hace creerte lo suficientemente buena como para triunfar.

Ese es mi motor. Su mirada.

8/3/13

Mí, me, conmigo

Ahora que estoy en paro, como es obvio, tengo mucho más tiempo libre. Reconozco que estos primeros días he optado por el descanso y la relajación, pero la cabeza tiene su propio ritmo y a veces incluso va más rápida de lo que puedo controlar. Así, entre paseos, series y cabezaditas, también ha habido llamadas de teléfono, ensoñaciones y bocetos de proyectos en el aire.

Este mes estoy en la recta final de un curso de fotografía en el que estoy aprendiendo muchísimo. Por si os apetece comprobarlo, he colgado alguna de las fotos de la excursión de grupo que hicimos el otro día en mi galería de Flickr y con este tiempo tan primaveral que tenemos espero seguir actualizándola.

También estoy aprovechando estos días para ponerme al día con Google Reader. ¡Cuánta lectura pendiente tenía! Uno de los mejores descubrimientos que he realizado recientemente es el blog Los planes de Sophie, quien además todos los viernes hace un recopilatorio muy útil de enlaces de interés que encuentra por la red.

Y al fin he retomado la lectura. Tras finalizar La luz en casa de los demás, un libro fácil y entretenido, me lanzo ahora con El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, mi segunda novela de Murakami después de estrenarme el año pasado con Tokio Blues. Y lo mejor: No paro de escribir. Sobre la Real Sociedad, sobre mis divagaciones, sobre... Bueno, dejémoslo en puntos suspensivos. Y es que pronto, espero, os contaré algo....

Digamos, entonces, que estoy invirtiendo todo este tiempo libre en mí. Mí, me, conmigo...

5/3/13

Nueva etapa

Hoy es, oficialmente, mi primer día en paro. Digo oficialmente porque hoy he realizado la visita de rigor al INEM, después de los días de vacaciones que me correspondían de año y tal hasta dar por cerrado el contrato.

Nunca he sentido tanta necesidad de escribir y tan poca idea de cómo hacerlo como esta última semana. Es frustrante. Quizás debería empezar justo por ahí, por la frustración, mi más fiel compañera en el último mes. Frustración por sentir que te vas por la puerta de atrás, frustración por saber que hay quien no ha querido darle valor a tu trabajo, frustración por llegar querer dejar un empleo que te ha hecho feliz, frustración por tener la sensación constante de estar viviendo un adiós precipitado y acelerado a una relación de seis años.

Pero también podría escribir sobre el orgullo. Ése que te reconcilia contigo misma, ése que te asegura que es mejor arrepentirse de lo hecho que de lo que no osamos a hacer, ése que te recuerda que tu cabeza está en consonancia con tu corazón. De ese orgullo que te embarga cuando alguien pretende acusarte de considerar amigos a tus compañeros. Ese orgullo que te llena cuando recuerdas esos abrazos acompañados de sinceros "para lo que quieras". Ese orgullo que te pellizca cuando recuerdas con nostalgia a los que echarás de menos. Orgullo de descubrir quién soy en la huella que he sido capaz de dejar en los demás.

Aunque aún es pronto para saber por dónde se liberará el torrente de sentimientos. Liberación, felicidad, paz, tranquilidad. Pena, nostalgia, tristeza. Una mezcla de lo bueno (originado por el trabajo y los compañeros que dejo atrás) y lo malo (que provoca el alivio de salir de un ambiente envilecido por los que mandan, por la libertad que da el no tener que tratar con incompetencia e hipocresía a la vez). Pero todo ello comandado por una sensación genial: ilusión. ILUSIÓN. I L U S I Ó N.

Y es que sólo puedo mirar al frente. Y es que siento que estoy ante una nueva etapa. Y es que creo que los cambios siempre son para mejor.

Continuará....

14/2/13

Ondorioak...

Hace unos meses inició su marcha una ola que arrastraba en su camino metas y sueños que llevaban tiempo sumergidos. Ha sido un periodo interno revelador en el que, con los pies bien pegados al suelo firme, he analizado la ola desde la distancia, sopensado momentos y necesidades y reprimiendo mis ganas de lanzarme hacia ella.

Pero esta vida es caprichosa y si bien, como escribía hace poco por aquí, me aferro a la idea de que las cosas nunca pasan POR algo, sí que lo hacen PARA algo. La atrevida e imprevisible casualidad ha querido que la ola se haya encontrado con un obstáculo en su camino que, lejos de pararla o dividirla, la ha hecho más fuerte y veloz.

Y ahora sí que sí: me subo a ella. Sin amarres, sin salvavidas, sin flotador. Me lanzo a lo loco a por esa ola, antes de que se lleve lo que quise ser muy lejos de lo que puedo ser. No sé qué pasará, y si os soy sincera, la falta de costumbre me hace llevar mal esta incertidumbre y transformarla en preocupación. Pero me conozco bien y sé que mi optimismo incorregible me hará aprender a surfear...

...ondorioak bideak/nireak izango dira...



24/1/13

¡Haz que pase!

Yo no creo en el destino. Me niego, de hecho, a aceptar que el destino exista porque de así serlo, tendríamos la más triste de las vidas. Si todo lo que me vaya a ocurrir en esta vida está previsto, ¿para qué disfrutarlo, para que alegrarme, para qué entristecerme, para qué preocuparme o para qué sentirme orgullosa? Nunca estaría siendo realmente atrevida, impulsiva, alocada, irresponsable o sensata. Puesto que alguien o algo habría decidido antes que yo esos pasos.

Tampoco acabo de creer del todo en la suerte. Sí creo en el concepto de suerte. "Le tocó la lotería, qué buena suerte". "Se le calló una maceta encima, qué mala suerte". Aunque si le tocó la lotería es porque, evidentemente, había jugado, y la -llamémosle casualidad, estadística, suerte, fortuna, azar- hizo que salieran sus números. Y esa maceta o estaba mal puesto, o hacía demasiado viento, o ambas cosas a la vez. Debatiéndo sobre este tema hace unos días, me pusieron como ejemplo de suerte el cáncer. Como he dicho antes, sí creo en el concepto de [mala] suerte. Seguro que lo primero que diría(mos) sería algo del tipo: "¡qué puta mala suerte!". Pero, en mi opinión, no es suerte. Es casualidad (y de la puñetera). Aunque quizás no sean tan diferentes ambos conceptos.

Al final, las cosas importantes de nuestra vida -las que nos definen, las que nos permiten sentirnos realizados-, son fruto de acciones. Principalmente de las nuestras, pero muchas veces también de las de los demás. Y como en esas no podemos meter mano, no nos queda otra que luchar, trabajar, soñar, creer, crecer y volver a soñar. Y seguir trabajando. Hacer que pase. 
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